La pérdida de cabello es algo que también llegan a padecer niños de todas las edades y por diferentes motivos, aquí te traemos una guía rápida sobre la alopecia en niños, cuales son los tipos principales y las diferentes alternativas que existen para tratarlos.
Para valorar el tipo de calvicie que está afectando al menor de edad, antes que nada es importante analizar su historial clínico y personal, es decir sus condiciones de desarrollo, así como también posibles traumas o padecimientos psicológicos, principalmente en un periodo de 2 a 5 meses previos al surgimiento de los primeros síntomas.
Posteriormente viene una fase de exploración, donde su aspecto general, así como también los posibles daños en el cuero cabelludo y zonas afectadas, incluidas también pestañas, cejas y en su caso pelo sexual. Además de indagar una posible evidencia de enfermedad metabólica, cutánea o autoinmune, se deben explorar las características del pelo, tales como su fragilidad, textura y desde luego el tipo de calvicie.
En caso de ser necesario se pueden hacer estudios complementarios para confirmar la sospecha clínica, como pueden ser cultivo microbiológico, estudio microscópico del pelo, pull test de efluvios telógenos, análisis genético o estudio de tiroides ante indicios de alopecias areatas.
De acuerdo a diversos estudios sobre persistencia de la alopecia en niños, las areatas son las más comunes en esta edad; y de hecho, de acuerdo a investigaciones recientes, hay países como Singapur o la India, donde se reporta que hasta 1 de cada 3 casos de alopecia areata, lo padecen personas menores de 20 años de edad.
Este tipo de alopecia se manifiesta ante la falta de cabello en ciertas zonas indistintas del cuero cabelludo, principalmente en forma circular u ovalada; y puede ser desde una área pequeña, hasta varias distribuidas de forma irregular en la cabeza.
Múltiples investigaciones científicas han documentado la utilidad del minoxidil para el tratamiento de alopecia en niños, particularmente mayores de dos años de edad. El Dr. Jeff Donovan, conotado científico y miembro de la junta certificada de dermatólogos de los EEUU, especializado en pérdida de cabello, recomienda una gota al día de Minoxidil al 2% por cada año de edad durante el primer mes, en niños de 3 a 7 años, y duplicar la dosis si no hay alguna reacción adversa por el resto del tratamiento.
La misma fórmula aplica para niños de 8 a 16 años de edad, aunque en este caso se puede pasar a una concentración de minoxidil al 5% después de dos meses sin reacción adversa. En mayores de 17 años se puede comenzar con este minoxidil del 5%, con 20 gotas en el caso de mujeres y el doble en hombres. A partir de los 18 años ya se puede utilizar la dosificación recomendada para adultos.
Cabe señalar que aunque el minoxidil funciona, puede ser altamente tóxico para niños, aunque solo cuando se ingiere por la boca la presentación tópica. Uno de los casos registrados fue el de una mamá en Francia que confundió el recipiente con uno de jarabe para tos y provocó una intoxicación en su niña, por lo cual solo hay que tener cuidado con su uso, y no dejarlo al alcance de los menores.
Al existir también varios tipos de alopecia areata, de igual forma será de utilidad evaluar posibles comorbilidades presentes para abordarlas de forma paralela, algunas de las más comunes son: enfermedades psiquiátricas, afecciones cutáneas o autoinmunes, dermatitis, atopia respiratoria, vitiligo, síndrome de Down, entre otras.
En este tipo de afección, además de la alopecia se presenta descamación en la piel, así como prurito o dolor, producto de un hongo que ha infectado el cuero cabelludo. Es común principalmente en edad escolar por ser altamente contagioso, y se puede transmitir por otras personas, animales e incluso objetos.
Para tratar la tiña se recomienda combinar un proceso farmacológico para eliminar los hongos, junto con shampoos especiales para combatir la infección micótica.
Llamada clínicamente nevo sebáceo de Jadassohn, este tipo de calvicie se caracteriza por manifestarse mediante una placa alopécica de tono amarillento, que puede ser ovalada o lineal, a través de las líneas de Blaschko.
Es un padecimiento usualmente congénito que puede estar presente desde los neonatos, aunque suele expresarse con mayor amplitud en la pubertad, y en algunos casos también surge hasta esta edad. se produce debido a un anormal crecimiento de glándulas sebáceas y apocrinas.
En niños suele estar vinculado a tumores benignos, aunque se recomienda un estudio clínico de padecimientos malignos, en cuyo caso la biopsia o extracción quirúrgica son la alternativa.
Para los casos de nevos sebáceos de mayor tamaño, que pueden presentar una afectación estética de consideración, pueden estudiarse alternativas de tratamiento como la electrocoagulación, así como también con terapias fotodinámica o con láser.
Este tipo de alopecias se generan por acciones físicas externas que han dañado el cuero cabelludo. En ocasiones puede ser alguna fijación de los niños por arrancarse cabellos o pestañas, usualmente motivados por una afectación psicológica.
Aunque también en algunos casos la alopecia en niños también es generada por los padres, a través de peinados demasiado ajustados, como pueden ser trenzas o chongos, que al realizarse de manera forzada y cotidiana, van propiciando un excesivo desgaste en el cuero cabelludo.
En estos últimos dos casos, el mejor tratamiento es la atención de las causas, no obstante que si se han llegado a causar daños permanentes o cicatriciales, solo podrá ser corregido mediante algún procedimiento quirúrgico como el trasplante capilar.
Este es un tipo de alopecia congénita que suele ser visible principalmente en niños de 2 a 4 años de edad. Surge en forma triangular en la zona frontal o frontotemporal, Al tratarse de una condición temporal, no requiere mayor tratamiento pues desaparecerá con el paso del tiempo.
De acuerdo a los últimos avances en alopecia, este tipo de calvicie en niños se considera bastante raro, algunas condiciones, particularmente hereditarias, podrían causar este proceso de calvicie juvenil.
En este caso, de igual forma podrían aplicarse algunos de los tratamientos para alopecia androgénica convencionales, aunque con dosis adaptadas a la edad del menor; este tipo de afecciones se presentan con mayor incidencia en etapas cercanas a la adolescencia.
