Diversas cosas a lo largo de la vida han sido descubiertas cuando menos se esperaban, así sucedió con un efecto secundario del Minoxidil. Este vasodilatador desde sus inicios fue suministrado y recetado a pacientes que padecían hipertensión o, también conocido como, presión sanguínea alta. Con el tiempo se empezaron a conocer efectos secundarios del medicamento que hoy se han convertido en una gran ayuda para las personas que sufren alopecia o caída del cabello prematura.
Los pacientes que usaban el Minoxidil por vía oral comenzaron a notar mayor crecimiento del vello en el cuero cabelludo y diversas zonas del cuerpo. A partir de esos hechos se empieza a conocer la acción del fármaco como tratamiento para la alopecia y con el paso de los años su uso se ha ido incrementando.
Al principio se creyó que sí, seguramente cualquier vasodilatador similar al Minoxidil debía surtir el mismo efecto pero, después de diversas pruebas aplicadas a otros vasodilatadores, se descubrió que no ocasionan igual efecto como tratamiento para la caída del cabello. Por tanto, la acción de vasodilatador no es la que impulsa el crecimiento del vello y se cree que el efecto se debe a que impide que el calcio logre ingresar directamente a las células y así los folículos no detienen su crecimiento.
Hace más de 30 años se inició la comercialización de Minoxidil para controlar o prevenir la alopecia y propiciar la recuperación del cabello. Inicialmente se introdujo al comercio libre para cualquier persona y en un nivel de concentración del 2%.
El primer nombre con el que se comercializó el fármaco fue Rogaine, pero con los años ha empezado a comercializarse bajo otras marcas y en una concentración mayor, sin discontinuar la inicial al 2%.
En la actualidad es posible hallar concentración del 2%, frecuentemente utilizada por las mujeres, y otra del 5% para casos más severos o avanzados. Este último es comúnmente usado por los hombres y ambas presentaciones se aplican directamente en el cuero cabelludo.
En casos de pacientes con hipertensión se sigue recetando el Minoxidil en forma de grageas o comprimidos para consumo por vía oral, y para la alopecia se presenta en forma de loción capilar alcohólica o aceitosa.
Algunos nombres que recibe en forma de loción son: Minoxidil, Regeine y Lacovin. También se habla del fármaco en nuevas presentaciones o formas de aplicación, para hacer mucho más cómodo el tratamiento de los pacientes. En tal caso se empieza a ver este activo en gel, cera, espuma y otros productos de uso diario para el cuidado del cabello. Se busca que sean un complemento de la loción tradicional, logrando así que los resultados empiecen a notarse con anterioridad.
El uso de Minoxidil como tratamiento para la alopecia detiene la caída del cabello casi de manera inmediata, pero el crecimiento del cabello empieza a notarse al tercer o cuarto mes del tratamiento.
En algunos pacientes que han utilizado concentración del 5% y aplican la loción 2 veces al día el cabello ha empezado a salir antes de lo esperado. De hecho aseguran que con el paso de los años se mantienen los resultados. Es decir, que el tratamiento es garantizado y perdurable.
Naturalmente los resultados dependen de cada paciente, del nivel de concentración que decidan utilizar, la asimilación del medicamento y los cuidados complementarios que tenga. El modo de aplicación de la loción también juega un papel muy importante, se recomienda:
El tipo de shampoo que se usa, masajes reparadores complementarios, el tipo de corte y el modo de cepillado, son otros aspectos que afectan directamente los avances del tratamiento. Lo ideal es asesorarse y revisar qué utilizar o no de acuerdo al tipo de cabello o el nivel de alopecia que se tenga. Por muy efectivo que resulte un tratamiento siempre habrá un porcentaje de aporte en el que participa el interesado.
