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Las pestañas y su crecimiento.

Se habla constantemente de las curvas de las mujeres, y dentro de estas, las pestañas se incluyen. Todos concordamos en la belleza que aportan a nuestros ojos, y sin embargo hay tantos rumores acerca del crecimiento de estas. Uno puede cometer barbaridades y luego arrepentirse por un supuesto de asegurarse que estarán luego más largas, abundantes o sanas. Antes de hacer cosas de las cuales no estamos seguras, es necesario comprender de qué estamos hablando.

Como mamíferos que somos, poseemos pelo, sea cabello, o vello, háblese del que rodea nuestra piel, el púbico, o el de nuestra nariz. El vello de las cejas y pestañas es particularmente más grueso que el que nos cubre la piel, y este grosor por lo general viene a darle a nuestro rostro un toque de belleza. Pues bien, as pestañas son un grupo de folículos pilosos, vellos, rodeados por escamas de queratina, situados en las comisuras del parpado que se caracterizan por una función. ¿Cuál es esta? Básicamente, se encargan de proteger a tu ojo de contaminantes externos, dar sombra y filtrar la luz solar. Su función protectora, aunada con la del parpado, es encargarse de reaccionar inmediatamente ante un posible daño al ojo. Son una herramienta muy benéfica para nuestros ojos, no un simple adorno y además hermosa; por lo cual es importante cuidarla. En las pestañas, la cantidad de vellos en la parte superior es mucho mayor en el parpado de arriba que en el de abajo. El superior tiene aproximadamente de ochenta a cien vellos, mientras que el otro posee unos cuarenta o cincuenta. Esto, porque de esta manera garantizan un cuidado mucho mayor, el parpado inferior tiene menor fuerza y menos pestañas, que el superior que es más extenso.

Las pestañas, al ser parte de nuestro cuerpo, necesitan que las tengamos bien nutridas para que haya una correcta distribución de las proteínas y aminoácidos que a los folículos pilosos de las pestañas les tocan. Por lo cual, como a otros muchos aspectos, la buena alimentación es considerablemente benéfica. Un vello de pestaña por lo general mide de diez milímetros a dieciocho milímetros según sea el caso. Para que lleguen a este tamaño, su crecimiento requiere mayor cantidad de tiempo que un cabello. De modo que seamos pacientes y cuidémoslas lo mayor que podamos. El ciclo de crecimiento de un vello de pestaña pasa por tres fases. La primera de estas es la fase anágena, aquí la pestaña se desarrolla dentro del folículo piloso en un periodo de treinta a cuarenta días, posteriormente esta la fase catágena donde la pestaña alcanza su nivel máximo y el folículo piloso se contrae generando que la pestaña deje de crecer; se mantendrá así el vello dos a tres semanas que es el esplendor del vello de la pestaña. Por último está la fase telógena, en esta fase, ocurre un tiempo de hibernación, lo equivalente a que la pestaña este en reposo durante cien días aproximadamente hasta que cae y concluye el ciclo. Algo peculiar es que una vez terminada la vida del vello de la pestaña, se tiene que esperar de uno a dos meses para que vuelva a iniciarse. Suena a muchísimo tiempo, pero la verdad es que, como nuestras pestañas están cursando distintas etapas del ciclo, con sinceridad no se aprecia un cambio brusco de volumen en un proceso natural de las pestañas a menos que las estemos dañando o descuidando.

Las condiciones que pueden dañar a las pestañas son muchas y muy comunes, hablemos de algunas de ellas. Una es estar expuesto al Sol sin lentes protectores. El daño se debe a que los rayos ultravioletas son muy agresivos con las pestañas y resecan a los vellos aumentando su porosidad, debilitándolas, y facilitando su ruptura o caída. En medida de lo posible, también es conveniente evitar tallarse los ojos cada que se puede. A la hora de maquillarse, es s importante no rizar las pestañas con un rizador una vez que se ha colocado la máscara de pestañas, ya que el rimen endurece los vellos y torcerlos con el rizador facilita su quiebre. Ya que estamos en el rimen, es necesario enfatizar algunas cosas. Una vez abierta una máscara de pestañas, esta tiene una vida útil de tres meses, no la uses después porque estará caducada y te irritará el ojo, se volverá dura y no mantendrá a tus pestañas hidratadas sino tiesas. Ojo, dormir con rimen puesto, sin desmaquillar tus pestañas en una muy mala idea, dañas mucho a tus pestañas. Tener todos estos cuidados puede sonar absurdo si hacemos todo lo anterior cotidianamente, no obstante prestar atención al cuidado de las pestañas las mantendrá sanas por mayor tiempo, evitaremos así que el ciclo de estas se vea afectado y nos libraremos de esa situación incómoda de requerir a pestañas postizas porque nosotros ya casi no tengamos.

Para concluir, al principio se habló de que una dieta balanceada con los nutrientes esenciales beneficia a nuestra salud, y a nuestras pestañas. Pero, ¿qué alimentos me pueden ayudar para el crecimiento de pestañas? A estas, les favorece la vitamina H (biotina), para el crecimiento, misma que se encuentra en plátanos, en la yema de huevo, en el pescado, en las setas, levadura de cerveza etc. Son importantes las vitaminas C (ácido ascórbico) y E (α-tocoferol), la primera la podemos consumir alimentándonos con los cítricos de temporada, la vitamina E está presente en alimentos como el brócoli, espinacas, soya, o la yema de huevo, estas vitaminas aportarán fortaleza a los vellos y facilitarán su desarrollo. Los antioxidantes, también ayudan bastante. Piénsalo, las pestañas, protegen a nuestros ojos, lo resaltan y le dan belleza, cuidarlas como ellas hacen a nuestros ojos, no estará nunca de más.

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