Más de alguna vez hemos escuchado de la orzuela sin saber realmente lo que significa. Como muchas otras cuestiones, no sólo relacionadas al cabello, no nos preguntamos lo que implica tener las puntas del cabello abiertas.
El primer mito contra el que nos enfrentamos es al escuchar que nuestra salud está mal por tener orzuela. Se hace una sutil diferenciación inexistente entre la salud del cuerpo y la salud del cabello, entre la salud interna y externa, como si fuesen dos cosas desligadas, y se nos sugiere que nuestra salud Hay que aceptar que se trata de un problema más de estética que de salud. No podemos afirmar que se trata de una enfermedad puesto que no existen patrones o cuadros patológicos que ubiquen el tener las puntas del cabello abiertas como un peligro potencial para la salud general; lo que podemos decir es que se trata de un problema que afecta la imagen de nuestra persona, sobre todo en las mujeres que tienen el cabello muy largo.
El segundo mito en el que caemos muchas veces es el de atribuirle al problema una sola causa: el maltrato por la acción de los rayos ultravioleta. Es una actitud muy común darle una sola causa a un solo problema, y en el caso de la orzuela suele pensarse que es el sol. Se dejan de lado factores que también influyen en este problema de las puntas abiertas: los tintes agresivos o prolongados, la falta o el exceso de hidratación, el exceso en el uso de shampoos, acondicionadores o productos que contienen elementos químicos activos y el uso indiscriminado de secadoras, de planchas o de tenazas que resultan agresivos para el cabello. La exposición prolongada al sol es un factor importante en el maltrato de nuestro cabello, pero no es el único. Y aun cuando fuese el único, la diversidad de factores que influyen en ese solo proceso nos sugiere no caer en explicaciones simplistas. Por ejemplo, el tiempo que tarda el sol en producir daño en el cabello y la piel depende del tipo de cabello (lacio, ondulado, rizado, teñido) y de piel que tengamos y de la intensidad de los rayos ultravioleta. Suponiendo que estamos en un día de verano, durante el mediodía, el cabello y la piel comenzaran a sufrir daños después de 15 minutos de exposición en los casos más sensibles, y una hora después en los casos más resistentes. Obviamente si tienes el cabello frágil y tu piel produce poca melanina debes tomar mayores precauciones par evitar la orzuela y otro tipo de problemas más serios como el cáncer de piel en el cuero cabelludo, que si se considera como enfermedad.
El tercer mito es creer que el problema se resuelve únicamente cortando por lo sano, en este caso, cortándonos el cabello. Así como le atribuimos una sola causa a problema, también le damos una sola solución. Cuando notamos que nuestro cabello está maltratado, nos entra la urgencia de ir a la estética o al salón a que por lo menos nos lo despunten. Eso es una solución, y muy buena si no estamos buscando hacer crecer nuestro cabello, pero no es la única. Actualmente existen una gran variedad de tratamientos para tratar el problema no solo de la orzuela, sino para todo el cabello maltratado. Se recomienda productos que tengan acciones específicas en cuanto la hidratación, no dejando de lado la posibilidad de las preparaciones caseras, siempre y cuando se adapten a las características de tu cabello. Es importante recalcar que ante la gran variedad de fórmulas y recetas se vuelve importante conocer el tipo de cabello que posees, para poder hacer la mejor elección.
El cuarto mito tiene que ver con un clásico enfrentamiento entre lo natural y lo “mejorado por el hombre”. Por un lado, se afirma que los productos manufacturados son los mejores para tratar el problema, y por otro lado se dice, con la misma seguridad, que los productos naturales, como la sábila, son los mejores para combatir la orzuela. En este punto se vuelve importante otra vez el conocimiento de tu tipo de cabello y la posibilidad de comparar entre las distintas opciones, sin despreciar otros factores como los hábitos diarios y lo económico. Se puede llegar a pensar que lo natural resulta menos oneroso que lo manufacturado, o que lo elaborado es más efectivo que lo natural, y no siempre es así. Resulta muy complicado establecer a ciencia cierta que es lo mejor para todos los casos, por lo que es indispensable que conozcas las particularidades de tu cabello y compares para que puedas hacer una mejor elección.
El quinto mito tiene que ver con la aceptación, y con que se puede hacer a partir de ella. Se suele mencionar que es un problema que se puede prevenir, incluso erradicar, con el uso de tratamientos específicos, con el corte periódico de las puntas dañadas y con hábitos diarios saludables. Quizá sea más prudente aceptar que la orzuela es una condición natural que tarde o temprano se presenta, pero que se puede disminuir. No se puede erradicar progresivamente, mucho menos de una sola vez y para siempre. Es menos prudente proponer el tener las puntas del cabello abiertas como una afección cercana a la enfermedad, la cual puede poner en riesgo nuestra salud, que aceptar el carácter meramente estético del problema, el cual nos permitiría una postura de menor preocupación y desinformación.