Al decirnos lacios, ondulado o rizados, se habla de una característica por la cual muy visiblemente nos pueden identificar. No es casualidad que entre nuestros amigos o conocidos encontremos a alguien al que se le ha otorgado popularmente el apodo la de “la china” o “el chino” (haciendo referencia a su cabello ondulado). También solemos asociar a las personas asiáticas por ejemplo con el cabello lacio, y a las africanas con el cabello muy rizado. Pero, ¿a qué se debe esto? El presente artículo busca describir un poco lo que sucede a niveles no visibles en nuestro cabello, y dar una idea de por qué nuestro cabello tiene forma ondulada o no.
Hay quienes tienen padres lacios y ellos son ondulados, o al revés. De modo que uno puede preguntarse si de nuestros padres heredamos lo liso de nuestro cabello, o lo implacable de nuestros rizos. Se dice que las personas lacias quisieran ser rizadas, y las de cabello ondulado desearían ser lacias, no obstante ¿se puede modificar completamente esta genética? Lo que hoy se conoce es que los hechos apuntan más hacía otro lado, hacía el panorama de la genética, y la responsabilizan de diversas y abundantes cuestiones, entre estas, la forma de nuestros cabellos. Lo que causa que nuestro cabello adopte curvas o no, de manera natural y sin uso de alguna plancha de cabello, o tenazas, tiene que ver con cuestiones químicas, a nivel de proteínas y sus aminoácidos. Para comprender estas cuestiones, es necesario considerar otros asuntos que parten de las relaciones entre las moléculas que componen nuestro cabello, básicamente hablamos de los enlaces entre las cisteínas de la queratina.
Hay que empezar por analizar la estructura de nuestro cabello, mismo está compuesto básicamente por dos secciones: una capa interna, y una externa. La capa externa, es la cutícula, cuya función es proteger y está compuesta por células muertas (podemos imaginarla, como las escamas que cubren a una serpiente). Mientras que la capa interna está formada por proteínas, está parte es en la que ahora nos enfocaremos. Las proteínas son unidades macromoleculares, polímeros, formadas de aminoácidos. Existen veintidós en la naturaleza de las cuales veinte están presentes en el cuerpo humano, y diez de ellas las sintetiza el propio cuerpo. Las diferentes uniones de estos aminoácidos crean distintas proteínas, como la queratina que está presente en el cabello, misma que a su vez también está constituida en mayor medida por aminoácidos denominados cisteínas. La cisteína, producida por el cuerpo humano, presenta en su estructura átomos de carbono, hidrógeno, nitrógeno y azufre; y se une a otros aminoácidos o entre mismas cisteínas, por medio de enlaces de disulfuro, hidrógeno o uniones salinas. Lo interesante aquí es que los enlaces de disulfuro de la cisteína, son los que generan que el cabello se vea lacio o rizado.
La queratina alfa (un tipo de proteína presente en mayor medida que la queratina beta en nuestro cabello) tiene una estructura secundaria que se asemeja a una serpentina. Se tuerce por las uniones (atracciones) que establecen el “nivel superior” con el “nivel inferior” de la misma, evitando así que se desdoble. Estas uniones, forman enlaces químicos que se llevan a cabo principalmente por uniones de azufres, entre una cisteína y otra, creando el enlace por disulfuros. Si estos enlaces o puentes están rectos, la estructura permanece recta y ocasiona que el cabello sea liso. En contraparte, si estos puentes están desalineados, la proteína genera cierta tensión y ocasiona curvaturas a lo largo del cabello.
Los puentes entre sulfuros, son más difíciles de modificar o formar, en cambio los puentes de hidrógeno o de uniones salinas, son mayormente sencillos de alterar. Por ejemplo, la humedad del ambiente despeina nuestro cabello. Esto se debe a que el agua penetra en el cabello y altera los enlaces entre las proteínas, cambiando así su estructura, al secarse, los enlaces se forman de nuevo aunque de una forma distinta. Esto es lo que le sucede a nuestro cabello cuando lo mojamos y aplicamos calor.
De modo que si es posible cambiar químicamente los enlaces entre las proteínas de nuestro cabello, es posible volver el cabello lacio o rizado. Veamos, ya que la cisteína tiene azufre, y las uniones entre azufre son las más complicadas de separar, se requiere de un tratamiento especial para logra que el cabello cambie su estructura. Con el agua, se alteran los enlaces por puente de hidrógeno y de uniones salinas, pero los de azufre son más fuertes de modificar. Aunque se logren modificar las características del cabello, pronto nacerá cabello nuevo, y este viene dictado por la genética de la persona, de modo que el nuevo cabello no tiene el tratamiento especial y terminará por optar la estructura acostumbrada que solía tener en la persona.
Con los avances de la ciencia, se han logrado modificar muchas cualidades de nuestro cuerpo y cabello, que antes ni siquiera se consideraban. Originalmente nos definían muchas características procedentes de nuestro árbol genealógico, pero con las posibilidades de cambio que han surgido de lo que se le pueden hacer a nuestro físico y entre este, a nuestro cabello, lo que ahora nos está definiendo físicamente no es ya tanto dictaminado por la genética sino que va más allá, relacionado con lo que queremos reflejar, con lo que a nosotros nos gusta, con lo que sentimos que somos…