Minoxidil

Hoy en día la humanidad cuenta con el respaldo de diversos tratamientos y técnicas efectivas, como el minoxidil, para detener la caída del cabello y estimular su crecimiento, sin embargo, esto no siempre ha sido así pues los hombres han tenido que atravesar con muchas dificultades y se han tenido que involucrar en varios procesos de ensayo y error para obtener los resultados que dominan en nuestros días el mercado dedicado al tratamiento de problemas relativos a la calvicie.

Si el hombre durante milenios ha buscado una solución a esta problemática que afecta en gran medida a la población masculina, es porque desde tiempos antiguos la pérdida de pelo ha sido considerada como un malestar que atenta contra la personalidad y la estética de los individuos. Por ejemplo, los pueblos egipcios y judíos tenían una enorme estima por la abundancia en el cuero cabelludo, la cual les concedía belleza y fortaleza frente a los demás, mientras que la calvicie era signo de degeneración y fealdad, por tal motivo se realizaban mezclas de diversas sustancias basadas en grasas animales y vegetales como las almendras y el ricino, cuya efectividad total era bastante dudosa, pese a que existen en nuestros tiempo tratamientos asentados en las técnicas egipcias.

Se dice que el pueblo habla a través de los poetas y no es nada errada dicha afirmación, si atendemos a poetas antiguos como el caso de Ovidio, en cuyos cantos se dice que “feo es el campo sin hierba, y el arbusto sin hojas y la cabeza sin pelo”; ya en los romanos se valoraba como un malestar a la calvicie, como síntoma de pérdida de virilidad y poderío. Aristóteles creía que la orina de las cabras podrían detener la caída del cabello, mientras que los chinos recomendaban a través de su famosa Enciclopedia del Cabello el uso de una mezcla hecha con aceites vegetales y hierbas, además de testículos molidos procedentes de cualquier animal.

Con el transcurrir de los años las técnicas se fueron diversificando, por ejemplo, se cuenta que en la primera mitad del siglo XX se hacía uso de un producto llamado Thermocap, el cual se creía despertaba los bulbos capilares por medio de la emisión de luz azul. El uso de cabellos postizos y pelucas en las zonas afectadas por la alopecia también fue bastante popular entre los egipcios y los europeos durante el siglo XVII y XVIII, pero sin duda es preferible el crecimiento natural del cabello que el uso de estas prótesis capilares, por lo cual el hombre continuó por medio de la experimentación en su búsqueda de la fórmula que pudiese evitar la caída y hacer crecer los brotes en el cuero cabelludo.

La experimentación científica fue progresando con el transcurrir del tiempo y gracias a ese movimiento progresivo en ella y en la tecnología se cuenta ahora con métodos efectivos aunque costosos para remediar los problemas relativos a la calvicie. Un ejemplo es el trasplante de cabello el cual pese a su efectividad no todo el público puede costear este tipo de tratamiento; gracias a la aparición de minoxidil, la medicina consiguió un gran avance al volver los tratamientos contra la alopecia más accesible, no en vano es el producto que más se usa en los cinco continentes para impulsar el crecimiento capilar de manera natural y definitiva. Sin embargo, esta sustancia química no fue encontrada por medio de la búsqueda sino que fue fruto de la casualidad y el accidente ya que se usaba para tratar a la gente que padecía problemas relacionados con la presión sanguínea; durante la evaluación de sus efectos secundarios se comprobó que este vasodilatador incentivaba el crecimiento en el cuero cabelludo y que revertía los síntomas de la alopecia. El minoxidil en un principio se consumía de manera natural en personas con hipertensión pero para el posterior tratamiento en zonas afectadas por la calvicie se produjo en una sustancia concentrada que se aplicaba de manera directa en el cuero cabelludo. No se conoce con certeza cómo es que este producto utilizado para el incremento del flujo sanguíneo incide sustancialmente en la generación de tejido capilar pese a los síntomas de la alopecia, pero desde su aparición hace treinta años ha revolucionado los tratamientos capilares de todo el mundo, incluyendo a México, el cual no se salva de este padecimiento que afecta tanto a hombres como mujeres.

En la actualidad se puede encontrar al minoxidil en el mercado, ya sea en forma de ceras, shampoos, lociones de uso diario, etc., vale la pena mencionar que para que este producto funcione se requiere de paciencia y constancia por parte del paciente sometido a un tratamiento en base a este químico, ya que sus resultados no son inmediatos sino que requieren de algunos meses para que comience a verse efectos sustanciales. Sin embargo desde el momento en que es aplicado detiene la caída del cabello, el crecimiento capilar requiere de más tiempo y del compromiso que las personas tengan con su salud capilar.

En Reelance ofrecemos este vasodilatador en dos distintas presentaciones: con un 5% de concentrado para los hombres y 2% para las mujeres, no obstante es necesario mencionar que antes de hacer uso de estos productos acuda a un especialista en el tejido capilar para que en base a un diagnóstico pueda recomendarle el tratamiento más adecuado a su condición. Somos una empresa comprometida con la población mexicana por ello no se arrepentirá de cada centavo que nos proporcione para solucionar su problema con el uso de nuestros productos con concentrado de minoxidil, somos la mejor opción si de remediar los síntomas de la calvicie se trata.

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