¿Qué vitaminas me pueden ayudar a prevenir la caída de cabello?

El tomar vitaminas para solventar las deficiencias del metabolismo se ha convertido en una de las prácticas más comunes en estos días, sobre todo ante la velocidad y el ritmo que impone la sociedad de consumo. Ya sea que se tomen para estudiar mejor, para rendir en el trabajo o para protegernos de las enfermedades, las vitaminas han inundado no sólo el mercado de los alimentos, sino también de la cosmética.

A raíz de esto, han surgido muchos tratamientos vitamínicos con los cuales se ha llegado a prometer que nuestro cabello ya no se caerá o que se regenerará con una mayor capacidad. Siendo cuidadosos con el manejo de la información, sabemos que si bien las vitaminas pueden ayudar a equilibrar nuestro organismo, haciendo que sus componentes, incluyendo el cabello, reciban los nutrientes necesarios para su correcto funcionamiento, no hay datos o pruebas que muestren que el tomar ciertas vitaminas produzca un fuerte impacto para la reversión de la alopecia, o para provocar que nos crezca más el cabello. En ese sentido, las vitaminas no contrarrestan la producción de sebo o de hormonas androgénicas que son parte de las causas por las que se presenta la calvicie en hombres y mujeres.

La razón principal por la que se recomienda el ingerir vitaminas, en alimentos o en compuestos, tiene que ver con los malos hábitos de alimentación. El no proporcionar los nutrientes adecuados y necesarios al organismo, puede acelerar la aparición de problemas y enfermedades, entre ellos las canas y la caída del cabello. Se sugiere que la falta de vitaminas, como la vitamina E o la vitamina A, y la falta de minerales, como el hierro, podrían influir fuertemente en la aceleración de la caída del cabello. Una dieta rica en pescado, en huevo, en verduras, en yogurt y en semillas, resultaría muy beneficiosa para nuestro cuero cabelludo y para nuestro cabello.

La vitamina E se encuentra presente en alimentos como las nueces o las almendras, y su consumo suficiente ayuda a la absorción de oxígeno y a la circulación del torrente sanguíneo, es está función la que ayudaría a revitalizar los folículos pilosos mediante el adecuado funcionamiento de la circulación.

La vitamina A se encuentra en la carne de pollo, en el pescado y en los productos lácteos, y tiene una influencia indirecta en los procesos de generación de sebo, más no en el proceso de inhibición del mismo.

Una de las vitaminas que ha generado más polémica es la biotina, también conocida como vitamina B8 o vitamina H, la cual se encargaría de transformar la glucosa en energía para mantener saludables las células en los tejidos. Se encuentra presente en los distintos componentes del huevo y la carencia de esta tendría que ver con la caída del cabello y el debilitamiento de las uñas. El problema es que se ha comercializado en algunos productos de uso externo, los cuales afirman que se puede asimilar al igual que las otras vitaminas.

Las vitaminas y sus derivados se emplean más en la cosmética del cabello de manera externa, como aditivos para las fórmulas de los distintos productos capilares, no sólo por sus efectos biológicos y fisiológicos, sino también por sus propiedades antioxidantes, estabilizadoras, hidratantes y colorantes.

Las distintas fórmulas que las compañías utilizan para elaborar los diferentes shampoos y acondicionadores suelen variar el tipo y la cantidad de vitaminas para diferenciarse comercialmente de las demás. Suelen utilizar diferentes tipos de aceites “naturales”, que contienen estas vitaminas, para llamar la atención del consumidor, sobre todo del que piensa que lo natural es lo mejor. Los aditivos tales como el aceite de oliva, que contiene vitamina E y pantenol, se agregan principalmente por razones de mercadeo, promoviendo las funciones de brillo y sedosidad, pero realmente no puede afirmarse que gracias a estas vitaminas, el cabello empiece a regenerarse y detenga su caída excesiva. Las vitaminas que más se utilizan como aditivos en estos productos son la vitamina A, la vitamina E y el pantenol
La vitamina A es también conocida como retinol, la cual contiene un fuerte factor de protección de la capa córnea en el cuero cabelludo. En los preparados para el aseo cosmético del cabello se emplean el palmitato y el acetato de vitamina A. Este último penetra con facilidad, pero es menos estable. Sus acciones consisten en aumentar la mitosis y la actividad enzimática, en engrosar el cabello y alisarlo. El ácido de la vitamina A (ácido retinoico) se emplea como queratolitico.

La vitamina E es también conocida como tocoferol. El a-tocoferol libre, solo o combinado, se utiliza como antioxidante e igualmente como estabilizador de la vitamina A. El acetato de a-tocoferol puede emplearse a dosis más altas como principio activo de múltiples aplicaciones:

  • Mejora el relieve de la superficie del cabello.
  • Tiene un efecto de retención de la humedad.
  • Efecto de protección bioquímica al captar los radicales libres causantes de las alteraciones queratínicas en el cabello.

Pantenol: la provitamina del ácido pantoténico es la vitamina más utilizada en cosmética. Es un tipo de vitamina B que sirve para atenuar las irritaciones y ayuda en el aseo del cabello quebradizo. Se usa preventivamente en los preparados o mascarillas de protección anti solar y para reducir los daños por la exposición prolongada al sol. Otra de las cualidades por las que se utiliza tanto en los productos capilares es que posee una capacidad muy alta para retener la humedad y para penetrar en el cuero cabelludo, por su pequeño tamaño molecular y por su estructura apolar (hidrofóbica).

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