Es bastante curioso que en temas de cabello, lo que más hacemos es lo que más nos daña. Aunque por lo general los realizamos porque no sabemos las graves consecuencias que estos tendrán y se nos hace “fácil”. Aquí no te presentamos una lista de los tantos productos o acciones que dañan a tu cabello, sino sólo cinco datos. Se trata de los más importantes: los cinco hábitos que hacen sufrir a tu cabello. Si tan sólo tu cabello hablara o si tuviésemos células sensitivas en el cabello seguro nos daríamos cuenta del daño que le hacemos. Pues bien estos son los cinco hábitos:
Las altas temperaturas.
Las herramientas o aparatos que sirven para moldear tu cabello a basa de calor lo dañan muchísimo. Estos son planchas, rizadoras entre otros. Pero primero hay que aceptar, que esto de las planchas, secadoras y rizadora, como mujeres y buenas investigadoras que somos, ya lo sabíamos sólo que por lo útiles que no son, cuando se trata de una fiesta lo ignoramos un poco. No obstante es justo pensar en el daño que le causamos a nuestro cabello, sobre todo cuando la temperatura es alta es que son más contraproducentes. Sabemos que el calor modifica la estructura del cabello haciendo que sea más accesible el darle la forma que queramos en menos tiempo, pero cuando las temperaturas a las que lo sometemos son demasiado altas, este sufre serios problemas en su estructura y características.
Es muy padre peinarse con estas herramientas, pero cuando lo hagamos procuremos usar algún producto que lo cuide, y no subamos la temperatura de la plancha “para acabar más rápido”. Una alternativa, para cuando queremos rizar nuestro cabello es hacernos un chongo una vez que el cabello se nos ha secado, y deshacerlo después de un rato, para terminar de darle forma a nuestro cabello usando nuestras manos y la ayuda de otros productos, ¡te sorprenderán los resultados!
La toalla de baño.
No porque en la gran mayoría de las películas aparezcan las chicas saliendo del baño con una toalla enrollada en su cabello en forma de tornado, quiere decir que debamos imitarlo. Sin embargo, siendo honestas es una vieja costumbre que muchas tenemos y de la que es difícil deshacerse. Pero abusadas, que enroscar nuestro cabello de este modo, desgraciadamente, es un gran enemigo silencioso de nuestro cabello que lo termina por debilitar por la gran fuerza con la que lo ajustamos con la toalla.
Las ligas para el cabello.
Si eres fan de las liguas, sentimos mucho darte esta mala noticia. Aunque también hay una buena, ya que se dice que no hay mal que por bien no venga. La mala es que las liguas, aprietan demasiado el cabello de modo que terminan por romperlo. Cuando las jalamos para soltar nuestro cabello, podemos corroborar como no se vienen solas sino con la manada de cabellos que debería ir en nuestra cabeza. Ni se diga de las pobres niñas a las que les saturan todo el cabello con liguitas, que para quitar es un lío y un dolor también. La “buena” noticia es que, se supone que el sujetar el cabello a modo de cola de caballo, jala tanto el cabello que supuestamente también estira el rostro y ayuda a prevenir arrugas.
El agua caliente.
Nadie negará lo delicioso que es llegar después de un día cansado a tomarse un baño con agua caliente, salvo el cabello. El cuerpo disfruta muchísimo el agua caliente, pero el cabello no. Esto no significa que debas bañarte con agua helada para mantener sano tu cabello, y tu bolsillo al no gastar en gas, sino que puedes bañarte con agua tibia-caliente. O lavar tu cuerpo con agua calientita, pero protegiendo a tu cabello con gorro de baño o algo así, y a este lo laves después con agua más templada. Lo que hace el agua caliente a tu cabello, es resecarlo (irónicamente), hacer que pierda brillo y se vuelva más quebradizo. Pero, tranquila, a tu cuerpo el agua caliente no le hace mal, lo contrario, puesto que si tienes la piel grasosa, facilita su lavado.
Cepillar el cabello mojado.
Dentro de los malos hábitos, es probablemente este el más común. Ya que no sabemos el daño que le hacemos a nuestro cabello. Cuando este se encuentra mojado, está más vulnerable. Cepillarlo en esos momentos sólo facilitará su caída, por lo cual es muy normal que luego de cepillarnos veamos infinidad de cabellos en el cepillo. Es mejor esperar a que se seque un poco o esté completamente seco para hacerlo.
Hablando del cabello mojado, dormir sin que se seque, no trae nada bueno, ya que se maltrata mientras duermes, puesto que llegar a pasar horas mojado mientras una se mueve, o gira dormida, enredándolo y facilitando a su vez su caída.
Así que, para la próxima, no estaría mal que lo pienses dos veces, o si quieres tres, con tus hábitos. Si bien es difícil cambiarlos de un día para otro, tener un cabello sano y bonito siempre será una gran motivación, además Reelance te ayuda con su Tratamiento nutritivo restaurador. Es excelente para recuperar la salud de tu cabello, gracias a sus maravillosos ingredientes. Una vez que lo pruebes lo comprobarás. En lo absoluto, no hay nada como el Tratamiento nutritivo restaurador de Reelance, es como la fuente de la eterna juventud para el cabello.