Pocas plantas resultan tan provechosas como el castaño de Indias (Aesculus hippocastanum). Sus semillas, sus hojas y la corteza de sus ramas se usan para aliviar distintas enfermedades como la malaria, la diarrea, las úlceras, la tos y la artritis, aunque sus efectos no se han podido probar contundentemente. El efecto más corroborado y más difundido de esta planta es el recomendado, en base a un extracto estrictamente procesado, para combatir las varices y la mala circulación sanguínea. Esta característica es la que ha resultado inesperadamente útil para el tratamiento y el cuidado del cabello, sin embargo no hay evidencia suficiente para decir que evita la caída del cabello, mucho menos que lo hace crecer en mayor cantidad.
Contrariamente a lo que sugiere su nombre, el castaño de Indias es originario de Grecia y de los Balcanes, pero su posibilidad de crecimiento en los climas templados ha permitido su producción en muchos países, entre ellos los que se englobaban antiguamente bajo el nombre de las Indias. Este árbol pertenece al tipo de plantas con grandes cualidades benéficas para el ser humano, pero que no se pueden ingerir sin antes haber sido procesadas. Este castaño en especial contiene esculina, un veneno que consumido en ciertas dosis puede causar la muerte. Hecha la advertencia, podemos hablar sobre por qué esta planta se ha convertido en un componente inesperado para ayudar al cuidado del cabello.
Recordemos que en los capilares es donde se realiza la función específica de la circulación, la que permite el intercambio de elementos entre las células, las arterias y los tejidos. Si el extracto de castaño de Indias ayuda a combatir la deficiente circulación sanguínea, sobre todo la insuficiencia venosa crónica, entonces es permitida la suposición, aunque de forma un poco simplista, de que esa función reguladora del torrente sanguíneo puede ayudar a aquellas personas que sufren de alopecia al revitalizar los capilares. Obviamente la mala circulación no es el único factor que influye en la pérdida del cabello, pero es uno de los importantes (además de la cuestión genética, de la inhibición androgénica del metabolismo, y de los problemas de pitiriasis y seborrea).
El factor genético que determina la alopecia es casi insalvable, no existe producto o tratamiento que pueda revertirlo. Pero el resto de factores pueden ser regulados y tratados con ayuda de este tipo de productos, los cuales permiten mejorar la oxigenación en los tejidos y permiten por ende que los pequeños chorros de sangre, que circulan por los capilares, lo hagan con mayor frecuencia y mayor duración.
En específico, el shampoo elaborado en base al extracto de castaño de Indias ayudaría a combatir también los problemas de seborrea y caspa por su acción detergente en el lavado. Los flavonoides (compuestos orgánicos que son biosintetizados dependiendo de la planta y del ambiente) que contiene el castaño de Indias poseen propiedades significativas para el ser humano y para la medicina ya que actúan como antimicrobianos y anticancerígenos. Son este tipo de componentes los que permitirían a este producto, en su uso externo, proteger el cabello de agentes nocivos, proporcionándole brillo y suavidad.
Realmente es difícil predecir qué resultados se obtendrán de este tipo de elaboraciones, ya que existen muchas recetas caseras o muchas formulaciones que suelen agregar a cierto componente natural, otros elementos como aceites esenciales o sintéticos. Si bien la tendencia de usar productos naturales o con base natural es casi siempre benéfica, o por lo menos poco dañina, para el tratamiento y el cuidado del cabello, no se puede afirmar que estas elaboraciones reviertan la alopecia o que revitalicen el cuero cabelludo en todos los casos. Ante tanta información que circula, hay que hacer el esfuerzo para conocer el tipo de cabello que tenemos y las formas que le son más apropiadas para su cuidado.
Las fórmulas para el cabello o los shampoos que se elaboran a partir de estos extractos son casi siempre usados de preferencia para tratar los cabellos secos y maltratados, con el fin de proporcionar grasas o lípidos naturales que formen en la superficie del cuero cabelludo una película de acción lubricante que lo engrase, flexibilice y mejore su aspecto. A esta función cosmética y correctiva se le agrega otra de carácter preventivo contra los agentes nocivos del ambiente, especialmente los de orden climático, que resecan y contaminan al cabello, haciéndolo opaco y deslucido. Los glicéridos vegetales presentes en el shampoo de castaño de Indias impregnan el cuero cabelludo y penetran dentro de los conductos sebáceos, permitiendo una ligera regulación en la producción de grasa de las glándulas. La penetración de los agentes es incompleta pero provee de una adecuada lubricación superficial, mejorando el aspecto del cabello contribuyendo a impedir la caspa. Si bien no podemos asegurar nada acerca de sus efectos en el proceso de caída del cabello, podemos decir que este efecto cosmético de lubricación no es despreciable.
La penetración de los componentes de un shampoo que integre los beneficios del castaño de Indias será más acentuada si se mezclan con otros aceites que faciliten la impregnación, tales como el aceite de ricino, el de almendras o el de oliva. Aunque en su forma de presentación, en su receta, en su fórmula o en su constitución se diferencien, los cosméticos elaborados para el cuidado del cabello, incorporaran los lípidos más emolientes y penetrantes. Gracias a esto se está haciendo tradicional usar extractos de árboles, semillas o plantas naturales como el castaño de Indias, que pueden proporcionar beneficios para la salud del cabello.