¿El acondicionador daña el cabello?

Si eres de los que, cuando comienza a utilizar un acondicionador, nota una mayor cantidad de cabellos sueltos en el piso del baño, o en el cepillo, y tienes la sospecha de que el acondicionador es el responsable, este artículo puede aclarar un poco tus dudas. No creas que es una pregunta tonta o extraña, lo cierto es que muchas personas se lo han preguntado.

Esta duda se va haciendo cada vez más común, al punto de convertirse en un mito que es necesario esclarecer, ya que muchos se abstienen, por falta de información, de usar productos que desenredan el cabello sólo porque se les dice que al utilizarlos se les caerá más su preciado cabello. Dentro del tema de los productos que causan la pérdida de cabello, encontramos testimonios que muchas veces no hacen sino confundirnos más; la información tan abundante y tan poco contrastada hace que el preguntarnos sobre si el acondicionador provoca que se nos caiga más el cabello sea algo casi natural. Esta curiosa sospecha podemos llegar a concebirla todos, pero ¿Es cierta? ¿Qué responderíamos si nos preguntaran?

La respuesta no es un secreto guardado por o para los científicos y fabricantes de productos para el cabello. Es en verdad sencilla, tanto que nos puede llegar a sorprender: el acondicionador te desenreda el cabello, pero no a costa de generar la pérdida del mismo. No hay motivos o razones para pensar lo contrario.

Como muchos saben, la principal causa de pérdida de cabello es por la cuestión genética hereditaria, y es pertinente mencionar que el cabello tiene un ciclo de vida en el que inevitablemente cae para poder renovarse. Si en las primeras ocasiones, que utilizas el acondicionador, notas una cantidad más grande de pelo que se va cayendo y no puedes evitar asociar que el acondicionador es el culpable, te podemos decir que existe la relación, pero que no es cierta la conclusión. Despreocúpate, pues el acondicionador no aumenta la caída del cabello. Es responsable de desenmarañar los nudos causados por las afecciones tricológicas, no es responsable de hacer que se caiga más el cabello.

Lo que sucede es que cuando surge el efecto desenredante del acondicionador, se cae el cabello que estaba en los nudos, mismo que ya se había desprendido de su folículo, y que estaba ya muerto. El acondicionador no hace más que mantener tu cabello hidratado, aportar suavidad y brillo, facilitar el peinado, ayudar a tratar las puntas abiertas e incluso prevenir la rotura del cabello. Lo cierto es que el uso del acondicionador es algo que se ha satanizado por causas erróneas, pero que también se ha magnificado por concepciones exageradas. Quizá la analogía que mejor cabe en esta explicación es que el efecto que causa el acondicionador en el cabello es comparable con lo que causa la crema en la piel. La crema no hace que se muera la piel, así como el aconcionador no hace que muera el folículo piloso.

Ya establecimos que el acondicionador no tiene porque ocasionar la pérdida de cabello, si alguien dice que se la cayó el cabello por culpa de este tipo de productos, seguramente será porque no acepta lo natural de la pérdida del cabello congénita o porque utilizó en exceso y de manera incorrecta alguno de los tratamientos que eligió. Así que no te abstengas de utilizar el acondicionador si consideras que es un producto que, utilizándose adecuadamente, puede beneficiar tu salud.

La aplicación del acondicionador, o crema de enjuague, no es un truco mágico, pero debe realizarse de manera correcta. Si algo relacionado a este producto puede ocasionar algún daño al cuero cabelludo sería tan sólo por su mala aplicación, pues si el acondicionador se usa en exceso en la raíz, puede obstruirla y generar sebo. Y la seborrea si es un factor determinante para acelerar la caída del cabello. Por ello, para utilizarlo hay que colocar una cantidad pertinente en la mano, y esparcirla por el cabello, aplicándolo desde el cabello medio hacia las puntas. Si lo utilizamos así, evitaremos que se acumule el sebo en la raíz.

Un dato especial es que aunque históricamente los aceites han sido utilizados como acondicionadores, quién lo fabricó como crema de enjuague fue el francés Ed Pinaud. Él lo creo originalmente para el cuidado del cabello en hombres, para proporcionar suavidad y brillo a su cabello, a su bigote y a su barba. En la actualidad, estas funciones no son reducidas al hombre, las mujeres que lo usan han corroborado sus ventajas y lo levan de la mano con el shampoo, tanto que se ha vuelto un producto tan indispensable como el jabón, a la hora del baño. El acondicionador no sólo puede proporcionar suavidad para desenrollar los nudos, también protege y repara algunas afecciones no congénitas en el cabello.

Hay y habrá muchos rumores sobre este tipo de productos que se originan para preservar la higiene y salud del cabello, que son certeros. Pero no creamos que todos lo son simplemente porque sí, pues esto hacen que esos rumores se vuelvan “verdades” absurdas. Tal caso es lo que ha ocurrido con el acondicionador, un producto que ofrece distintos beneficios que no siempre se cumplen, pero que no por eso debemos relacionarlo negativamente con la pérdida de cabello, pues el uno no es causa de lo segundo, ni viceversa. No hay que temer el utilizarlo por miedos surgidos de esos rumores.

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