La caspa es un proceso cotidiano que afecta la imagen estética y la salud. Afecta la imagen estética porque el traer el cabello blanquecino o descamado sugiere la falta de aseo y afecta la salud por que la caspa se relaciona con la seborrea, uno de los factores importantes involucrados en la alopecia androgénica. Oímos hablar de la caspa casi a diario, se le suele mencionar como un problema que nos afecta cotidianamente, pero ¿de verdad es un problema que hay que atacar? Y si es un problema solucionable ¿qué se puede hacer para evitarle? o al contrario, si la caspa es inevitable ¿qué puedo hacer para reducirla?
Si tomamos la caspa como un proceso de alteración natural de la queratina y del flujo de sebo hay que decir que es inevitable. La descamación se producirá en tanto que las células de nuestro organismo cumplan con sus procesos naturales. Una gran cantidad de shampoos se promocionan diciendo que combaten efectivamente la caspa, y lo hacen en cierta medida, pero no de una vez para siempre. Algunos llegan incluso a afirmar que la eliminan por completo, pero no mencionan que lo hacen hasta su próxima aparición. Si los distintos productos hacen énfasis en el combate de la caspa es porque saben que es un proceso natural y por lo tanto inevitable, pero al mismo tiempo saben que este proceso puede convertirse en algo problemático cuando la actividad de las glándulas sebáceas se ve trastornada. Cuando hay desequilibrios hormonales, sobre todo a partir de la adolescencia cuando los andrógenos prevalecen sobre los estrógenos, la caspa es un indicador de la creciente seborrea que, al no controlarse, nos podría causar la calvicie. La alopecia androgénica y la alopecia seborreica precoz se determinan en parte por una exagerada producción de sebo que inhibe el metabolismo de los folículos, aumentando la aparición de la caspa y provocando la sucesiva pérdida del cabello.
No sólo basta con explicar de manera general, para comprender mucho mejor todo lo que involucra el proceso inevitable de la caspa, hay que hacer una descripción más detallada y técnica:
Existen diferentes tipos de asociaciones pilosebáceas, pero es la del cabello, que tiene una velocidad de crecimiento elevada asociado a una glándula sebácea media, el que nos interesa. El folículo piloso está constituido por una invaginación de la epidermis en la dermis. Su base abultada corresponde al bulbo piloso que es el generador del cabello. Recibe las secreciones de las glándulas apocrinas por una parte, de las glándulas sebáceas por otra, que lubrican al cabello gracias al sebo que secretan.
En el bulbo piloso, en la parte interior del folículo nacen los queratocinitos que van a generar la queratina constitutiva del cabello. Más arriba desemboca la glándula sebácea que secreta el sebo que fluye al exterior a través del canal piloso. A partir de la adolescencia la secreción de sebo aumenta y se produce un aumento de la queratinización que forma gruesas células queratinizadas, estas pueden tapar el canal piloso al quedar atrapadas en el sebo espeso, provocando que generemos caspa.
La composición del sebo humano está formado por:
- Mono, di y triglicéridos, de tipo oleico que son los que dan al sebo su fluidez (50%).
- Ácidos grasos libres (10 al 25%) que se dan cuando los triglicéridos se descomponen.
- Ceras y ésteres superiores (20%)
- Escualeno (5 al 10%)
- Colesterol esterificado (3%)
- Colesterol libre (1.5%)
El nivel de secreción sebácea cambia con la temperatura ambiente, si la temperatura aumenta 1°C, la secreción sebácea aumenta un 10%; cambia también con el ciclo menstrual de la mujer, especialmente durante la segunda parte del ciclo, aun así la secreción sebácea en la mujer es inferior a la del hombre; también varia según la edad y la región del cuerpo. El fenómeno de descamación no ptitiraica se regula particularmente por la cohesión entre los corneocitos, asegurada por el “cemento lípidico” que incluye las corneodesmosinas. La descamación de los corneocitos se relaciona con la degradación de la corneodesmosina, que es afectada por la regulación de las enzimas proteolitícas, que son las que inducen a la producción de escamas, de caspa.
Ahora ya comprendemos, de manera general y detallada, porque se dice que la caspa es inevitable y porque se hace tanto énfasis en su tratamiento o disminución. Pero aun no hemos hablado de lo que se puede hacer para reducirla o controlarla, ya que como explicamos, es un proceso inevitable mientras estemos vivos. Es vital, para evitar que la descamación se incremente y para impedir que la seborrea se desarrolle agresivamente, el lavado constante y cuidadoso del cabello. El utilizar algún shampoo o producto detergente para el cabello es importante para eliminar los agentes contaminantes, para hacer más lenta la actividad sebácea y para prevenir, mediante la higienización, las afecciones como la caspa en el cabello o las infecciones como la pitiriasis en el cuero cabelludo.
Hay que desmitificar la idea que tienen muchas personas, que tienen caspa y seborrea excesiva, acerca de que con el lavado continuo se maltrata más el cabello y se puede caer más. Obviamente si quieres conservar algún tinte no es recomendable el lavado constante, pero si lo que buscas es aminorar la producción de sebo y la caspa no temas lavarte a diario el cabello, con mayor razón si empiezas un tratamiento en contra de la alopecia. Los cabellos que se puedan caer son folículos ya muertos que necesitan dar paso a los nuevos que crecen ya sin la aceleración seborreica.