Aunque la red está llena de trucos mágicos y remedios para hacer el cabello que pregonan maravillas, en realidad la ciencia moderna tiene pocos candidatos realmente fiables; en este artículo, haremos un resumen con algunas de las principales conclusiones científicas, particularmente acerca del uso del minoxidil y su estado actual en la lucha contra la alopecia, es decir contra los diferentes tipos de calvicie en mujeres y hombres de todas las edades.
Una de las principales conclusiones de la ciencia de hoy, es en relación a la alopecia androgénica, que es también la más común, una condición que casi 1 de cada 2 hombres mayores de 40 años padecen, aunque puede presentarse a cualquier edad.
De hecho, hasta este 2020, es uno de los dos únicos fármacos que han sido autorizados por la FDA para tratar este tipo de calvicie. Y no es algo nuevo, ya lleva también varios años dando resultados alrededor del mundo, por lo que se ha consolidado como la primera alternativa de la mayoría de tratamientos para la alopecia androgénetica.
Una cualidad importante del minoxidil, es que a la fecha es la única alternativa médica autorizada por la FDA para tratar la caída de pelo en mujeres.
Y no es producto de la casualidad, tal y como han documentado estudios recientes, como un extenso estudio publicado en 2017 por el Journal of the American Academy of Dermatology, el tratamiento con minoxidil fue el único remedio tópico que presentó resultados alentadores para combatir la alopecia androgénica tanto hombres, como también para la alopecia femenina.
Tal y como se logró documentar nuevamente en el mencionado estudio del JAAD, la fórmula más efectiva para mujeres, fue el tratamiento tópico de minoxidil al 2%, la fórmula que usan productos de prestigio como la loción de Reelance para mujeres.
En 2019 (con una corrección en 2020) fue publicado uno de los más amplios estudios acerca del uso del minoxidil como remedio para la caída de cabello en la conotada revista médica Drug Des Devel Ther.
Aquí se recopilaron diversos estudios que revelan que el minoxidil también puede ser de utilidad para algunos casos de alopecias areatas; particularmente para aquellas ligeras o en fase media. Aunque incluso para aquellos casos más graves, llegó también a presentar resultados alentadores, en combinación con otros tratamientos como la finasterida.
Para las personas que presentan hipotricosis, es decir caída de cejas y pestañas, los tratamientos para pestañas y cejas con minoxidil de igual forma han presentado resultados alentadores.
Así lo concluyó una investigación publicada en 2019 por científicos del Departamento de Dermatología de la Northwestern University, donde comprobaron diferentes tipos de tratamientos exitosos con minoxidil.
La forma de usar el minoxidil como remedio para la calvicie, puede variar dependiendo el tipo de alopecia y las características físicas de la persona.
No obstante que de acuerdo a lo documentado por diversas investigaciones, su aplicación tópica, es decir, superficial, a base de lociones o shampoos, es la forma más efectiva para la mayoría de tipos de alopecia; particularmente con una concentración del 5% para el caso de hombres y 2% para cuando se trata de revertir la caída de cabello en mujeres.
Se recomienda su aplicación dos veces al día de forma superficial, y aunque su uso se puede extender durante meses, también es capaz de ofrecer resultados duraderos al largo plazo, no solo deteniendo la caída de cabello, sino de igual forma estimulando los folículos pilosos, para regenerar el crecimiento de pelo en áreas donde ya no crecía.
La manera en la cual funciona este fármaco aún sigue siendo en parte un misterio que no ha logrado ser totalmente dilucidado por los científicos.
Inicialmente se usó por muchos años como un medicamento antihipertensivo; no obstante que al encontrarse por casualidad que incentivaba el crecimiento de pelo en pacientes, incluso en aquellos con problemas de calvicie prematura, se comenzó a considerar como un tratamiento para este problema.
A la fecha, al menos se ha descubierto que el minoxidil, tras aplicarse en el cuero cabelludo, se convierte en realidad en sulfato de minoxidil, que es el compuesto activo que permite abrir el canal de potasio sensible a ATP de las membranas celulares; esto es lo que genera un efecto vasodilatador en los folículos pilosos. Aunque no se descarta también la activación de una enzima (prostaglandina sintasa-1 citoprotectora), que podría ser la responsable de estimular el crecimiento del cabello y el fortalecimiento de hepatocitos, vinculados de igual forma a la formación de pelo, como documentó una investigación de la King Faisal University.
El mismo estudio señalado de la Northwestern University de igual manera documentó que el minoxidil ha sido eficaz como tratamiento para hacer crecer el cabello, ante padecimientos crónicos que han provocado alopecias derivadas de quimioterapias.
Esto coincide con las conclusiones de científicos de la Masaryk University que documentaron la capacidad del minoxidil para acelerar la recuperación de cabello, después de tratamientos oncológicos como aquellos realizados también con radioterapia o terapias hormonales.
Y no es el único tipo de alopecia no cicatracial que puede ser tratada con este fármaco, pues de igual forma para casos como el del VIH, puede ser de utilidad en su misma presentación tópica con concentración al 5%, aunque en algunos casos de también resulta de utilidad complementar el tratamiento con corticoides tópicos.
Uno de los motivos por el cual el minoxidil se ha vuelto desde hace muchos años la primera opción de tratamiento para la caída de pelo recomendado por expertos, es por los riesgos mínimos que representa su aplicación, más aún en su presentación tópica.
Entre los efectos secundarios que se pueden registrar, están la picazón, irritación, un ligero ardor o resequedad, aunque nada que no se pueda tratar con alguna crema o producto para contrarrestar las ligeras reacciones; solo en casos muy raros se puede llegar a presentar hinchazón o mareos, en cuyo caso lo más recomendado será consultar con su médico. Aunque ninguno de los efectos secundarios documentados a la fecha representa un riesgo grave para la salud, y al contrario, una gran oportunidad para tratar los problemas de caída de pelo.
