Existen muchas causas por las que nuestro cabello se maltrata y se reseca, pero así como existen muchos problemas así también existen muchas soluciones para mantenerlo suave, hidratado y sedoso. Especialmente en las temporadas de frío, podemos descuidarnos y hacer que el frizz y la orzuela sean las principales características de nuestra cabellera.
La falta de humectación en los folículos facilita el esponjamiento, el maltrato y el encrespamiento mediante la nula resistencia a las cargas eléctricas que nos llegan desde el ambiente en el que nos desenvolvemos. El calor o el frío extremo juegan un papel importante en el proceso, los cabellos se maltratan porque la cutícula esta expuesta durante largo tiempo a factores climáticos adversos como el calor intenso o en los fríos prolongados. Cuando nuestro cabello es friccionado por los agentes ambientales, sobre todo por la canícula o por el aire seco de invierno, los electrones son traspasados del ambiente a nuestros folículos, haciendo que la mayoría tengan carga positiva y provocando la repulsión constante entre ellos. Esta repulsión eléctrica es la que en mayor parte provoca que nuestro cabello se reseque, que se a vea opaco y maltratado.
Si bien el ambiente tiene mucho que ver para que tengamos el cabello seco, nuestros malos hábitos también están involucrados. No sólo el medio ambiente hace que nuestro cabello se reseque. Hay que mencionar que los productos detergentes (fórmulas con acción limpiadora como el shampoo o el jabón) que usamos a diario vuelven nuestro cabello seco si los usamos en exceso. Hay shampoos que son muy efectivos, por no decir agresivos, a la hora de eliminar los contaminantes y el sebo que tenemos en nuestro cabello, pero su misma acción limpiadora puede provocar que nuestro cabello se vea falto de humectación y de brillo. Gracias a esto, han surgido muchos tratamientos que compensan esa falta de equilibrio en el flujo de sebo natural, que se han hecho tan importantes a la hora de hablar de belleza y salud como el shampoo. Se trata de las emulsiones, de los acondicionadores, de los aceites y de los enjuagues cuya función principal es restiruir la hidratación en el cabello, sustituyendo de manera natural o química el sebo perdido por el lavado. Ya mencionadas las causas, ambientales y habituales, pasemos a mencionar las soluciones.
La primera solución, y la más básica, consiste en reducir la frecuencia con la que nos lavamos el cabello, sobre todo si lo tenemos largo. Si ya tenemos maltratados, resecos y orzuelosos los folículos, el lavado diario empeorará la situación, al contrario de lo que se podría pensar. Es preferible el lavado cada dos o tres días, como si de cabello recién teñido se tratase, para permitir que el flujo de sebo se equilibre y se regularice. No estamos recomendando el no bañarse o el suspender la higiene del cuerpo, no, uno se puede asear perfectamente cuidándose de no utilizar en exceso el shampoo o algún otro producto detergente.
La segunda solución reside en las famosas recetas o productos naturales. Por más temporales que puedan ser sus resultados, los tratamientos naturales no pasan de moda a la hora de revitalizar el cabello. Ya sea que se utilicen lácteos, extractos vegetales, aceites esenciales o recetas que incorporan semillas o frutos, se puede corregir la resequedad de manera natural. El huevo, el aguacate, la miel, el plátano, la manzana, la papaya o el ajo se agregan a aceites naturales con altas propiedades de penetración en el cuero cabelludo como el aceite de oliva, de ricino, de semillas de uva, de argán, de jojoba, de jazmín o de romero. Estos tratamientos naturales suelen acompañarse de alguna técnica de masaje o de relajación destinados a aumentar la penetración de los elementos hidratantes naturales. Lo que hay que mencionar es que no por ser formulaciones naturales, podemos utilizarlas mucho y muchas veces, ya que estas también pueden dañar la cutícula si se utilizan con exceso.
La tercera solución es la más conocida. Se trata de los acondicionadores, o tratamientos elaborados químicamente, los cuales sustituyen el sebo natural gracias a los compuestos activos con los que son elaborados. Estos productos se han consolidado como el complemento ideal para el shampoo ya que efectivamente hidratan desde la raíz y le dan brillo, aunque también de manera temporal, al cabello. De entre todas las marcas y tipos de acondicionadores, la mejor opción será aquella que responda a las exigencias de tu tipo de cabello. La función acondicionadora de estos productos radica en la posibilidad de neutralizar la carga eléctrica que tiende a positivarse, así como en la capacidad de hidratar la cutícula del cabello, permitiendo la disolución de los nudos. Lo que hay que decir es que los efectos hidratantes y revitalizantes de los acondicionadores son más bien superficiales que profundos, por lo que requieren de constante aplicación.
La cuarta solución está pensada para cubrir las deficiencias de los productos naturales y de los acondicionadores manufacturados. Hablamos del tratamiento regenerativo de Reelance, el cuál combina efectivas propiedades químicas con atractivas cualidades naturales. No es necesario que se utilice durante el baño, después del shampoo, ya que su fórmula está pensada para utilizarse en cualquier momento del día. La recomendación que hicimos acerca de no lavarse el cabello diario se complementa con la posibilidad de hidratación que ofrece este producto ya que limpia, revitaliza, regenera y da brillo al cabello deslucido.