Inicia el buen fin

del 1 el 30 de Noviembre

Hasta 40% off

Lo que une a Cortázar, Frida y Julieta.

Julio Cortázar, Frida Kahlo y Julieta Venegas, comparten características como su genio creativo, su pasión por lo que aman, y su compromiso por ello; pero hay una especial, u rasgo único que los distingue: su ceja. Ellos tienen unas cejas muy particulares, las de Cortázar y Kahlo son tan abundantes que se juntan y parecen unirse cual si sólo fueran una, y las de Venegas tienen igualmente un estilo natural y prolífico, aunque no tanto como el de ellos.

Recurrentes fueron las bromas que de niños hicimos quizá, hacia alguien que tuviese las cejas tan próximas entre sí que parecieran una sola, o que tuviese las cejas más abundantes de lo cotidiano. Probablemente lo asociábamos como un carácter de fealdad o lo tomábamos como algo extraño que captaba nuestra atención sin saber que era lo que nos hacía sentir o pensar. Quizá incluso nos llamó tanto la atención las cejas juntas de alguna persona en cierto lugar público que la miramos hasta incomodarla. Es verdad que han habido mucho prejuicios respecto a esta cuestión de cuando las cejas se vuelven la ceja, hay quienes lo desaprueban, también están claro los que no les desagrada en otros pero lo reprobarían para sí mismos y existen incluso, cabe resaltar, a los que les viene valiendo exactamente lo mismo. No todos lo sabíamos, pero esta característica de la no discontinuidad de vello sobre la nariz y entre las cejas que forma parte y extensión de las mismas hasta volverlas una sola, tiene nombre. Se trata de la sinofridia. Tiene cierto carácter hereditario, y su nombre, como quizá uno se lo pregunta, sí tiene que ver con Frida Kahlo y más específicamente por sus cejas que parecieron ser una sola. Por otro lado, la sinofridia puede no ser sólo una característica sino parte de un sindrome especial, el de Cornelia de Lange. Pero en la gran mayoría de los caso, es simplemente un rasgo físico como los que aquí trataremos.

Para romper con este prejuicio que se tiene de que un hombre con las cejas muy unidas, o incluso con sinofridia, no resulta atractivo, llegó el escritor argentino del siglo veinte Julio Florencio Cortázar. Hombre, que además poseía cierto gigantismo y que muchos conocemos por sus maravillosos cuentos. Lo cierto es que no tuvo pocas admiradoras, e incluso no tiene pocas. Tan así resulta que es probable que la gran mayoría de ellas, y de los que saben de él, no identificaron propiamente este carácter suyo de la sinofridia. Últimamente, la popularidad de Cortázar ha ido en aumento, y por las fotos que se tienen de él, se sabe que se le conocía como un hombre con una mirada atrapante y seductora, cautivante en exceso. Una mirada donde las cejas juegan un papel muy importante, le dan fortaleza a su mirada. Esto nos demuestra un poco como a veces se pueden tener ideas que creemos no tienen excepción alguna, pero la verdad es que sí pueden tener y no sólo una excepción sino muchas.

Ahora que, también hay mujeres que arrasan contra estos prejuicios, mujeres inigualables como Frida Kahlo. Aunque queda claro que en gustos se rompen géneros, Frida siempre se conoció por ser una mujer muy atrayente. Fue atrayente segura, decidida, orgullosa de sí misma, que se aceptó así misma y se valoró y no intento cambiarse sino que se mostró autentica y con su belleza natural que abarcaba todos los aspectos. Muchas se habrían enfocado por deshacerse de los vellos entre sus cejas, pero la seguridad de Frida le permitió conservarlos, y ser autentica y distinguida por eso y muchos aspectos más.

Como el título lo advierte, toca hablar de otra mexicana más contemporánea, pero que en este caso en lugar de dedicarse a la escritura como Cortázar, o pintura como Frida, decidió dedicarse a la música siendo Julieta Venegas, como Julieta Venegas. Una mujer muy bella, y talentosa, con unas cejas inigualables. Son unas cejas muy particulares, un poco más abundantes de lo que se lucían, que rompen con muchos estereotipos, pero que ella luce segura. Son algo muy propio de ella, que en su conjunto luce como una mujer serena, inteligente, lúcida y que disfruta lo que hace siendo naturalmente bella.

De modo, que ellos tres nos muestran, cómo la ceja es parte de uno, y parte muy importante cabe resaltar, que nos identifican y forman. Demuestran también, que unas cejas caudalosas no nos harán lucir feos, raros o algo por el estilo, al contrario, podría decirse que nos “dan personalidad” y es algo muy importante que vale la pena cuidar. Respecto a los muchos prejuicios de las cejas, realmente gran cantidad de ellos pueden romperse y comprobarse que la abundancia y cercanía en las cejas no tiene por qué desaprobarse, sino que al contrario está muy bien, y si estas en esta situación no hay por qué apenarse o reprimirse. Cortázar y Frida con su sinofridia, vaya, son ejemplo de cómo unas cejas no convencionales son parte de lo que les vuelven atractivos, auténticos y distinguidos. Esto es muy reconocido ahora, incluso en el mundo del modelaje con celebridades como la británica Cara Delevinge cuyo rostro y cejas circulan por abundantes lugares. En todos ellos, sobre todo, lo que llama la atención es la seguridad que supieron reflejar, la confianza. Las cejas les brindaron sobre todo fortaleza, viveza, decisión a sus miradas.

Hasta 40% off

Solicita este cupón dando click en “Solicitar”.