Muchos hemos escuchado hablar acerca de que la alopecia y la quimioterapia están muy relacionadas. Más concretamente, que la segunda causa la primera. Pero, ¿por qué ocurre esto? ¿Es inevitable? En el presente artículo hablaremos un poco de ello, de cómo sucede esta relación según nos explica la ciencia en boca de expertos. En otro artículo veremos las soluciones para la alopecia causada por quimioterapias.
La quimioterapia, en términos coloquiales, es un tratamiento médico basado en el uso de fármacos fuertes que se enfocan destruir las células cancerosas, lo cual significa que afecta a las células que se multiplican más rápidamente. Su acción es por lo general a nivel sistémico, con lo que se busca que dichos fármacos lleguen a todas las posibles células cancerígenas del cuerpo. No obstante, en el proceso, desgraciadamente, estos medicamentos causan también daño a muchas células sanas que se encuentran en crecimiento. Esta es la causa de los efectos secundarios. Con el fin de mitigar esto, los médicos, se encargan de fluctuar las dosis, para que así los niveles de fármacos administrados puedan atacar las células de cáncer, causando el mínimo daño posible a las células sanas.
Los químicos que se emplean son denominados quimioterapicos o antineoplásicos. En la actualidad hay más de cien medicamento. Los médicos deciden, dependiendo la utilidad de cada fármaco para tratar células cancerígenas específicas, si los quimioterapicos habrán de usarse por sí solos o en combinación de otros. Todo esto depende del tipo de cáncer, la etapa en la que esté el cáncer, edad del paciente entre otras cuestiones importantes.
La diferencia entre el daño causado a las células normales y cancerígenas, estriba en que las células normales se restablecerán, repararse a sí mismas al terminar los ciclos de las quimioterapias. Por lo cual el cabello volverá a crecer y el efecto de pérdida de cabello será temporal. No obstante como parte de los efectos de la quimioterapia hay otros efectos secundarios que no desaparecen con rapidez y pueden durar incluso toda la vida, pero son menos comunes. Sin embargo, en la inmensa mayoría de los casos, la pérdida de cabello no se encuentra en este tipo de efectos, por lo que suele ser pasajera.
¿Cuáles son las células del cuerpo más propensas a dichos daños?
Los especialistas explican que la pérdida de cabello ocasionada por los tratamientos anticancerígenos, suele ser temporal. Debido a que es tan sólo un efecto secundario de un tratamiento. Además de ser pasajera, no todos los fármacos usados en las quimioterapias suelen causar la pérdida de cabello, depende mucho del paciente y como reaccione a los quimioterapicos. Dicha pérdida de cabello ocurre como consecuencia de la no selectividad de la quimioterapia, que afecta a todas las células del cuerpo, especialmente a aquellas que se multiplican más rápidamente, como las células cancerosas, que son a las que se busca atacar. Las células más sensibles del cuerpo a sufrir algún daño, son por ende las de la médula ósea (por las células que producen la sangre), las de la boca y tracto digestivo y las de los folículos pilosos, por su facilidad a multiplicarse. Lo que genera que durante el tratamiento con quimioterapia se presente una disminución de los glóbulos de la sangre, alteraciones en las mucosas mencionadas y pérdida de cabello. Tal es la razón por la que la alopecia y la quimioterapia están estrechamente relacionadas. En esencia, la causa de los efectos secundarios, es el daño a células sanas por lo que es muy importante tener en cuenta estos aspectos al considerar las dosis de los antineoplásicos por parte de los médicos.
Esta alopecia llega de manera diferente dependiendo de la respuesta de cada paciente y de las dosis administradas. La pérdida de cabello puede ser paulatina o drástica, que es cuando ya se cae el cabello a mechones. Es por tal causa, que muchos expertos recomiendan al paciente cortarse el cabello lo más pequeño posible, para que cuando el cabello se desprenda, el impacto se sienta mucho menor. Esta caída, no ocurre exactamente en el momento de las sesiones de quimioterapia, ya que el cabello se va perdiendo conforme el tiempo dependiendo del paciente, de las dosis y sesiones de quimioterapia que se lleven. Frecuentemente, puede perderse el vello de las pestañas, cejas o cuerpo, incluyendo el púbico, pero la cabellera suele ser la más afectada.
En resumen, como hemos visto, esta pérdida de cabello es causada por las quimioterapias en su intento de destruir células cancerígenas, que se multiplican rápidamente como es el caso de las del cabello. Esa es la razón por la cual su crecimiento se ve afectado. Sin embargo, esa pérdida es, en la gran mayoría de los casos, transitoria. Tal es la gran diferencia entre la alopecia causada por quimioterapias, a la de otras causas como la alopecia androgénica.
Si bien cualquier tipo de alopecia puede traer consigo inseguridad al que la padece, la alopecia causada por quimioterapias, genera un impacto mucho mayor debido a que está asociada a una enfermedad fuerte y es una pérdida masiva de cabello. Por lo que, puede ser causa de depresión u otro tipo de problemas anímicos serios. Es vital que la persona que sufre este tipo de alopecia tenga una buena autoestima y apoyo de sus seres queridos. También lo es hacerle comprender, que es tan solo un efecto secundario, y que lo realmente importante su salud.