La diversidad de la naturaleza del cabello también se ve reflejada en sus parámetros de crecimiento, los cuales cambian con la edad y la forma de vida, dependiendo de la estructura genética y hormonal de cada organismo. Incluso en la cabeza de una sola persona, los parámetros difieren en las distintas zonas en las que se distribuye el cabello.
Cuando se trata de conocer qué tanto me crece el cabello, es necesario tener en mente una imagen de mosaico para comprender un poco mejor la naturaleza del cabello. Cada conjunto de folículos (cada parte del mosaico) tiene un ciclo de vida autónomo que se diferencia de los otros por su grosor, su densidad y su tiempo de crecimiento. En numerosos estudios fisiológicos, se utilizan términos como ciclo del cabello, período de crecimiento, frecuencia de renovación, radio anagén/telogén o tasa de crecimiento del cabello para designar la cantidad y el ritmo de renovación de los folículos en mujeres y hombres, ya sea que padezcan algún tipo de alopecia o no. De entre todos ellos, los tres parámetros principales para conocer qué tanto me crece el cabello son la densidad del cabello, la tasa de crecimiento del cabello y el porcentaje de telogén (fase donde el cabellos cae y se forma una nueva matriz para un nuevo cabello). Estos párametros se obtienen de la observación directa y en el conteo de folículos en áreas pequeñas del cuero cabelludo, mediante un proceso llamado Triconograma, el cual se ha desarrollado con técnicas de video (Videotricograma) o fotografía (Fototricograma) que resultan menos invasivas o agresivas que las biopsias, en las cuales se tienen que extraer por lo menos 4 mm de cuero cabelludo para medir la densidad y el porcentaje de telogén microscópicamente.
Para el triconograma, es necesario afeitarse un área del cuero cabelludo más o menos diez días antes para poder medir el incremento en la longitud de los cabellos. El triconograma está basado en una recolección rápida de por lo menos 50 cabellos que son sometidos a observación microscópica, sobre todo de los bulbos. La evaluación visual permite la clasificación de cada cabello con respecto a la etapa o fase del ciclo de vida del cabello, ya sea anagén (fase de crecimiento) o telogén (fase de caída). Obviamente este proceso nos proporciona el procentaje de telogén y la tasa de crecimiento mediante la comparación de los datos, pero no nos permite conocer la densidad. Para conocer la densidad del cabello, existe una variante de esta técnica que consiste en recortar todos los cabellos de un área estandarizada para medirlos y pesarlos.
El videotricograma y el fototricograma requieren también del afeitado en una zona del cuero cabelludo de alrededor de 1cm2 para después grabar o fotografiar el área usando una cámara. Dos días después, la misma área es grabada o fotografiada para realizar una comparación que permite diferenciar entre los cabellos en fase de anagén que han crecido durante esos dos días y los cabellos en fase de telogén que no crecieron. Estas técnicas permiten medir el incremento en la longitud de los cabellos en fase anagén y la densidad del cabello.
Las biopsias, particularmente las de corte horizontal, pueden ser usadas también para evaluar los folículos pilosos de acuerdo a su respectiva fase del ciclo de vida debido a que se realizan con un tamaño de muestra específico.
De manera general, se puede decir que la densidad del cabello es mayor, en la mayoría de los casos, en el área del vertex que en el área del occipital, y ésta a su vez es mayor que en el área temporal. Existe mucha menor densidad en el cabello de los hombres que en el de las mujeres, que parcialmente se puede explicar por la mayor propensión del hombre a la alopecia.
La tasa de crecimiento del cabello es también mayor en las mujeres que en los hombres. La tasa en hombres oscila entre los 240 y los 380 micrómetros por día, y en las mujeres oscila entre los 260 y 440 micrómetros por días.
Es en este parámetro que el hombre presenta mayor porcentaje que la mujer. Los porcentajes de telogén en un cuero cabelludo normal oscilan entre el 5% y el 20%. En los casos en los que se padece algún tipo de alopecia el porcentaje es mayor al 20%.
Como hemos visto, a pesar de la variedad en la naturaleza del cabello, a pesar de los tipos de cabello que se dan en las distintas regiones del mundo, no obstante la diversidad de métodos, muestras y técnicas, podemos saber qué tanto nos crece el cabello. Con los parámetros mencionados podemos saber con más exactitud, sin simplificar tanto la realidad, cuál es el estado de salud y las características de nuestro cabello, que es único y que difícilmente se repite con las mismas características en otra persona. Ya sea que se presente una baja densidad y una lenta tasa de crecimiento, o una alta densidad y un alto porcentaje de telogén, o una baja densidad y una rápida tasa de crecimiento; el conocer nuestro propio cabello nos facilitará el elegir los productos y tratamientos que sean más adecuados para nuestras necesidades y nos permitirá combatir mejor los problemas que surgen en nuestro cabello por los múltiples factores, ambientales, psicológicos o hereditarios, de la vida misma.
