Uno de los padecimientos que más afectan la autoestima de las personas es el de la alopecia androgetética o androgénica (mejor conocida como AGA), es decir, la pérdida del cabello en ciertas zonas de la cabeza. Este tipo de calvicie es el tipo más común entre la población masculina (aunque también puede afectar a las mujeres), y es producida por la acción de las hormonas del desarrollo masculino (andgrógenos).
Los andrógenos sobreactúan en las partes del cuero cabelludo que tienen predisposición genética a este tipo de afección y provocan que los folículos pilosos se vayan degradando poco a poco hasta la desaparición irregular del cabello. Aunque este proceso es lento, viene acompañado de comezón e irritación en la zona afectada.
La pérdida de cabello puede ocasionar que la autoestima de los hombres —y aún más de las mujeres— disminuya considerablemente, pues la cabellera es un componente básico de nuestra imagen personal. De tal manera que se han ideado una gran cantidad de remedios que afirman ser efectivos en el combate en contra de la alopecia.
En el mercado existen cientos de productos como champús, geles, ungüentos y pastillas fabricadas con ingredientes de la naturaleza que dicen ser beneficiosos para la salud capilar, sin embargo son muy pocos los componentes que realmente son eficaces, según las investigaciones científicas.
Entre las sustancias que han demostrado científicamente un mejor funcionamiento en los tratamientos de la calvicie es el minoxidil, lo que lo hace el componente más utilizado en los medicamentos destinados a prevenir y curar la alopecia androgenética. En el presente artículo explicaremos cómo funciona y por qué debe de formar parte de los ingredientes de cualquier método para combatir la pérdida de cabello.
Para empezar, tenemos que decir que el minoxidil no fue utilizado para la calvicie en un principio, sino que este activo se comercializó durante la década de los años setenta como un vasodilatador, con el fin de tratar a pacientes que presentaban síntomas de tensión arterial muy alta; no obstante, uno de sus efectos secundarios más fuertes fue el de la aparición de vello en distintas partes del cuerpo, además del engrosamiento y crecimiento del cabello, lo que ocasionó su salida del mercado.
Tras una serie de investigaciones científicas, se demostró que una concentración del 2% era suficiente para que este activo actuara de manera efectiva sobre los síntomas de la alopecia androgenética, representando así una solución viable a la tan temida calvicie.
Para finales de la década de los años ochenta, la compañía farmacéutica Upjohn Corporation, establecida en la ciudad de Michigan, Estados Unidos, lanzó al mercado un tratamiento para la alopecia androgenética llamado Rogaine (mejor conocido en el resto del mundo como Regaine), cuyo ingrediente activo era precisamente el minoxidil, en una concentración del 2%. Su uso era muy sencillo, pues se trataba de un líquido que se tenía que aplicar directamente sobre las zonas del cuero cabelludo más afectadas.
A partir de ahí, una gran cantidad de empresas dedicadas a la comercialización de medicamentos comenzaron a utilizar este componente en los productos destinados a remediar la pérdida de cabello. Actualmente se estandarizó que la concentración recomendada en los tratamientos de la calvicie para los hombres sea del 5%, mientras que para las mujeres sea del 2%.
Un dato muy interesante es que a pesar de que se ha demostrado científicamente su efectividad, aún no se sabe a ciencia cierta cómo es que este activo actúa sobre el padecimiento de la alopecia androgenética, no obstante se ha utilizado durante más de treinta años en los tratamientos de la calvicie gracias a sus resultados positivos, pues contribuye al engrosamiento de los folículos capilares y promueve la aparición de cabello nuevo en las zonas más afectadas de la cabeza.
Es muy importante aclarar que el minoxidil no es un componente que demuestre su eficacia de la noche a la mañana, por lo que no se pueden esperar resultados milagrosos en seguida, sino que trabaja de manera paulatina, por lo que sus efectos se verán reflejados de dos a cuatro meses después de iniciado el tratamiento, dependiendo de lo avanzada que esté la condición de la calvicie.
Por lo general, se recomienda administrar una dosis por las mañanas y otra por las tardes o noches, si por alguna razón el paciente no pudo aplicarse una porción, la siguiente vez tiene que continuar con el tratamiento de manera normal, ya que si se quiere aplicar más de lo debido, le puede ocasionar efectos secundarios como irritación del cuero cabelludo, además de que no se acelerarán los resultados.
Finalmente, tenemos que recalcar que si se decide iniciar un tratamiento para combatir la caída de cabello (causada por la alopecia androgénica), es necesario acudir con un dermatólogo que haga una primera evaluación y esté monitoreando constantemente el progreso de la enfermedad, con el fin de evitar lo más posible la aparición de efectos secundarios.
El minoxidil es el activo principal en Reelance, una línea de productos destinados a prevenir y a combatir la calvicie ocasionada por todo tipo de alopecia, nuestros más de siete años de experiencia garantizan la calidad y eficacia de nuestra fórmula, ya que continuamente realizamos investigaciones con el fin de conocer más a fondo esta condición.
Somos una empresa seria y comprometida con nuestros consumidores, por lo que toda la información que obtenemos a través de nuestros estudios es compartida con los pacientes, a quienes asesoramos y ayudamos a lo largo de su tratamiento capilar.